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Cada 19 de noviembre las Naciones Unidas impulsan el Día Mundial del Saneamiento con el objetivo de concienciar en la toma de medidas para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: saneamiento y agua para todos de aquí a 2030.
La temática de este año «Hacer visible el recurso invisible» se centra en el impacto de la crisis de saneamiento en las aguas subterráneas, ya que un sistema inadecuado puede correr el riesgo de esparcir las aguas residuales en ríos, lagos y suelos, contaminando así estos recursos hídricos “invisibles”.
Cetaqua, con sus más de 15 años de experiencia, trabaja para lograr una gestión sostenible de las aguas subterráneas a través de las alianzas entre el sector público y el privado, así como también el mundo científico.
Ejemplo de este compromiso es la serie de webinars que se han llevado a cabo por Cetaqua Andalucía en el marco del proyecto GOTHAM, de la convocatoria PRIMA de la Comisión Europea, con el objetivo de crear sinergias y explicar las diferentes formas de abordar un reto común: las aguas subterráneas.
Estos seminarios online se organizaron en colaboración con la propia Fundación PRIMA y otros tres proyectos de la misma convocatoria, InTheMED, eGROUNDWATER y RESERVOIR. Cada uno de estos aborda la gestión sostenible de las aguas subterráneas desde una perspectiva diferente: desde la caracterización hidrogeológica y la gobernanza hasta la aplicación de diferentes enfoques de modelización y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), así como la ciencia ciudadana para mejorar nuestro conocimiento de las masas de agua subterránea, el estado, las tendencias y las opciones de gestión.
Hoy, con motivo del Día Mundial del Saneamiento, hablamos con algunos/as de los/as profesionales que participaron estos webinars para debatir acerca del papel que juegan los diferentes actores en la gestión sostenible del agua en materia de gobernanza, gestión sostenible, calidad y alianzas así como los futuros retos que se plantean en esta materia.
Comprometer el agua subterránea es poner en riesgo la fuente de agua dulce más abundante del mundo que apoya, no solo el suministro de agua potable, sino también los sistemas de saneamiento, la agricultura, los distintos sectores productivos y los ecosistemas.
Conocer esta realidad permite establecer los objetivos y metas a cumplir en el futuro. Guadalupe Bru, investigadora del Instituto Geológico y Minero español (IGME) afirma que uno de los principales retos a hacer frente es “no comprometer las reservas, así como la calidad, a medio y largo plazo, de este recurso fundamental para la vida” ya que con ello se garantizará la “protección de los acuíferos, ríos, lagunas, humedales y otros ecosistemas acuáticos”.
La mejor forma de asegurar esta calidad es saber qué aspectos son los que deberían controlar para no comprometer las reservas. Claudia Meisina, de la Università di Pavia en Italia, habla de cómo “la falta de información sobre algunos aspectos, como los niveles de agua subterránea o la capacidad de recarga de los acuíferos, representa un inconveniente crítico para una gestión integrada y optimizada de los recursos hídricos”.
Por su parte, Javier Valdés de la Universidad de Alicante, habla sobre la necesidad de un cambio de paradigma que “indudablemente, se está viendo acelerado con las nuevas circunstancias climáticas a las que estamos enfrentándonos” ya que se deberían considerar a “las ‘aguas residuales’ no como un residuo, sino como la materia prima de un recursos hídrico adicional”.
Para ello, juega un papel fundamental la concienciación ciudadana, como destaca Manuel Pulido, director del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la UPV y Catedrático en Ingeniería Hidráulica, ya que en el IIAMA se realizan proyectos en los que se involucran a estudiantes para analizar este tipo de problemas sobre cambio climático, desarrollo sostenible y agua.
“La colaboración entre la empresa, la universidad y la administración es el trípode que estabiliza la plataforma de la buena gobernanza” asegura Emilio Custodio, correspondiente de la Real Academia de Ciencias de España, catedrático emérito de hidrología subterránea en la UPC (Universitat Politècnica de Catalunya) e investigador asociado a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Y es que como afirma Jaime Gómez-Hernández, Catedrático de Ingeniería Hidráulica en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) y responsable del grupo de Hidrogeología del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la UPV, “es cada vez más patente la necesidad de interactuar entre todas las partes involucradas” ya que solo se podrá avanzar desde la implicación de todos los agentes.
La estrecha y necesaria relación que se establece entre todos los actores “permite la transferencia directa de los conocimientos adquiridos a la gestión” en las empresas que gestionan el ciclo integral del agua, explica Claudia Meisina, investigadora de la Università di Pavia. “Este tipo de conocimiento es fundamental para comprender en profundidad el estado actual de los sistemas acuíferos, identificar los impactos del cambio climático en la disponibilidad de agua y establecer medidas de adaptación y mitigación para hacer frente a futuras amenazas potenciales”.
Es un hecho empírico que la colaboración es clave para afrontar el presente y el futuro, permitiendo asegurar que se trabaja en soluciones innovadoras, robustas, pertinentes y que generan un gran valor para la sociedad en su conjunto.
En Cetaqua, unimos el rigor científico de las universidades y los centros de investigación, la influencia y posicionamiento de las asociaciones en las tendencias actuales, la visión de las empresas sobre la economía real y el conocimiento de las administraciones para conseguir orientar todos los procesos del ciclo integral del agua hacia la economía circular y un futuro sostenible.
